Más que el objetivo (hacer ejercicio, mantenerse saludable, bajar de peso, etc.), creemos que lo importante a desarrollar es el sistema. James Clear, autor del bestseller “Hábitos Atómicos” lo comenta en su libro: “Las metas son los resultados que quieres obtener. Los sistemas son los procesos que sigues para alcanzar esos resultados... Cuando logras alcanzar una meta, tu vida cambia únicamente durante un momento. Esa es la paradoja de las mejoras. Pensamos que debemos cambiar los resultados, pero los resultados no son el problema. Lo que realmente necesitamos cambiar son los sistemas que nos llevan a tener esos resultados”.
A continuación presentamos un sistema que consideramos será de utilidad a las empresas, en su propósito de ayudar a sus colaboradores a adoptar el ejercicio como parte de sus hábitos.
1. Selecciona un servicio que funcione igual para todos. Asegúrate que cuentan con la capacidad técnica y didáctica requerida.
2. Encuentra un sistema de wellness que sea incremental. Identifica si éste cuenta con programas que vayan de menor a mayor nivel de exigencia. Asimismo, evalúa si posee una variedad de tipos de entrenamientos (yoga, , cardio, fuerza, madres embarazadas, entre otros) que ayudarán a sus colaboradores en el proceso de motivación.
3. Comunica el nuevo beneficio. No se trata sólo de decir que a partir de tal fecha tenemos este nuevo beneficio, sino de hacer énfasis en por qué la organización decidió otorgarlo. Un empleador que demuestra preocupación por la salud de sus trabajadores se distingue de los demás.
4. Lidera con el ejemplo. Los primeros en adoptar una actitud orientada al wellness deben ser los directivos de la organización. Esto permite enfatizar aún más en los beneficios del ejercicio físico y a muchos los ayudará en el difícil proceso de cambiar sus hábitos sedentarios.
5. El wellness y el interés compuesto. Ayudar a los colaboradores a adoptar el hábito del ejercicio toma tiempo. Lo importante es que paulatinamente vayan sumando, y así, como el efecto del interés compuesto, al cabo de un año vean cambios sustanciales y recuerden cómo comenzó todo.
6. Nutre con información de valor. Una excelente forma de motivar a tus colaboradores a adentrarse en su plan de wellness es compartiéndoles información de valor relacionadas a los aspectos fundamentales que éste conlleva: tipos de ejercicios, posturas, hidratación, nutrición, descanso, entre otros. Pídele a tu proveedor de wellness corporativo que te apoye en esta actividad.
7. Las decisiones son individuales, pero las actividades pueden ser sociales . Una forma con la cual puedes ayudar a tus colaboradores es propiciando las actividades en equipo. Desde sesiones presenciales, si tu compañía cuenta con el espacio o presupuesto para hacerlo, hasta virtuales, las cuales pueden ser igual de divertidas. Organiza a través del canal de mensajería instantánea que usen en tu empresa, grupos especiales para cumplir retos.
8. Invita a retar, principalmente a “uno mismo”. Los premios de los retos no necesariamente tienen que ser entregados en dinero. Apoyar a una ONG, por ejemplo, es una forma muy loable de canalizar la competitividad.
9. Mide lo que importa. Podemos tener muchas mediciones pero sugerimos considerar las más simples de capturar y registrar. Ejemplo: # empleados registrados en el programa / total de empleados en un período X; # usuarios del programa / total de empleados registrados en un período X; evolución mensual de estos indicadores.
10. Celebra los logros. Cuando estés en el proceso de organizar tu plan de wellness corporativo, identifica la fecha en la que realizarás las mediciones que hayas seleccionado, el día en que las comunicarás y la manera cómo las celebrarás. Celebrar es una acción que siempre es bien recibida, por lo que procura hacerlo incluso si no alcanzas las metas. Ya el sólo hecho de que se hayan planteado el proceso y que lo ejecuten es digno de festejar.
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